Cuando mis amigos supieron que estaba embarazada lo primero que me dijeron es que había que hacer una babyshower, también llamada fiesta del bebé. Reconozco que a mí al principio no me hacía mucha ilusión, porque esto de trasladar fiestas americanas y hacerlas nuestras... como que no. Pero según iba avanzando el embarazo me iba haciendo más ilusión y decidí organizarla, además, iba a ser el primer bebé del grupo.
La fiesta del bebé no fue una babyshower típica, digamos que fue más bien como una reunión de amigos. No invité a demasiadas personas pero para mi sorpresa vinieron todos. Durante los días previos había comprado la comida y la bebida, también los adornos para decorar y unos regalitos para los invitados. Incluso encargué una tarta. La decoración era todo con motivos de Peppa Pig e hice las invitaciones y los detalles de los regalos con dibujos de George Pig, que me encanta.
La misma mañana de la fiesta fui a comprar unos globos que ya tenía vistos pero que debían inflarse con helio. La fiesta era a las 5 (o 5:30, que no suelen ser muy puntuales) y durante el resto de la mañana y parte de la tarde me dediqué a decorar el salón de casa y preparar la comida.
A la hora indicada unos llegaron, otros tardaron más y algunos se perdieron en el camino porque no encontraban la ubicación. Total, que hasta las 6 no estuvimos todos.
Una de mis amigas, a la que le encanta la respostería, tuvo la genial idea de hacer unas galletas de mantequilla personalizadas.¡Estaban riquísimas! Habían quedado unas cuantas la tarde anterior y las habían estado haciendo entre todas. Había de diferentes modelos infantiles, típicos de la fiesta que celebrábamos, y luego unas con las letras del nombre de bebé pingüino. Trajo muchas para comer esa tarde y varias para mí y mis padres. Fue un detallazo.
También tengo que decir que aunque creí que había suficiente comida me quedé un poco corta. ¡Gracias a que estaban las galletas allí! También trajeron una fondue con chocolate y frutas y chuches para mojar. Así que al final comieron poca tarda, lo cual no me sentó demasiado bien porque la había encargado con toda mi ilusión y la había personalizado a mi gusto y con el nombre de Bebé Pingüino. Pero el disgusto se me pasó pronto porque estaba tan rica que pensé que mejor para mí, así podría comer más tarta al día siguiente.
El regalo que me hicieron no fue una sorpresa porque ellos me habían estado preguntando durante meses qué era lo que quería o necesitaba. La respuesta me costó porque, como digo, soy bastante previsora y ya tenía todo lo que podía necesitar. Les dije que me regalaran lo que ellos quisieran pero insistieron en que yo dijese algo porque preferían ir sobre seguro y no regalarme algo que ya tuviese o que no fuese a utilizar. Pensé pedirles una cuna de viaje o parque-cuna porque suelo viajar bastante. Pero luego lo pensé bien y realmente no le iba a dar mucho uso porque las habitaciones donde duermo cuando voy fuera a casa de familiares no tienen hueco para un parque-cuna. Y menos mal que no la pedí porque al final con el colecho no la hubiéramos usado.
Así que opté por algo que me podría venir bien para cuando Bebé Pingüino tuviese unos meses, y les pedí un parque. Pero como soy delicada hasta en ese les dije que quería uno de los clásicos. Como el que yo había tenido cuando era un bebé, de los tradicionales con malla. Les envié varios modelos para que se hicieran una idea porque no tenían mucha idea. Ya os he dicho que Bebé Pingüino era el primer bebé del grupo, así que de bebés no entendían mucho.
El parque que me regalaron me encantó, era justo lo que quería y los colores eran preciosos. Lo que no me esperaba es que también me habían preparado una tarta de pañales o, mejor dicho, un tren de pañales. ¡Me encantó! Me gustó tanto que sólo la abrí cuando de verdad me hicieron falta los pañales. Además, como habían comprado un pack de estos de promoción de 3x2, me trajeron también todos los pañales que no habían puesto en la tarta. ¡Genial!
La tarde, como digo, fue más bien una reunión de amigos porque, aunque había planeado un body-paint de mi barriga y tenía algunos juegos, nos pusimos a hablar y se nos pasó la tarde. Así que hicimos fotos para inmortalizar el momento y antes de irse les di a cada uno una bolsa con varios detalles de recuerdo. Les hizo mucha ilusión porque no se lo esperaban. Así que se fueron contentos y yo me quedé súper feliz (y agotada) de haberlo hecho así porque ¡lo disfrute muchísimo!
¿Tuviste una baby shower en tu embarazo? ¿Qué tal fue?
Ay, yo que soy de lo más ñoña con estas cosas y me encanta hacerle fiestas temáticas a lo bestia para los cumples... te puedes creer que no hice fiesta del bebé? me pasa como a ti, que lo veía muy americanada y vamos, ni se me pasó por la cabeza.
ResponderEliminarPeppa? Lo hiciste de peppa? Crees que no vas a tener suficiente peppa cuando empiece a pedirla? jajaja. Te quedó muy chulo.
jajaja, sé que si! Pero no había mucha variedad de temáticas al sitio que fui a comprar y me decanté por esa. Además, soy fan de los cerdos, los colecciono. Y casi que todo el mundo esperaba que la temática fuese de cerdos. Gracias guapa!
Eliminar¡Qué pasada! Es un recuerdo muy bonito. En nuestro caso ni se nos ha ocurrido hacerla. Aún así algún regalo ha ido cayendo :)
ResponderEliminarClaro, los regalos siempre van cayendo. Esto no es una excusa para regalar sino para pasar el tiempo juntos un rato con un motivo diferente.
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